martes, 24 de mayo de 2011

Ferrari: la leyenda (segunda parte)


Después de un tiempo ya se puede leer la segunda parte del artículo que he escrito sobre la historia de Ferrari. En la primera parte hice un repaso de los primeros años de la marca, hablando de su creador, Enzo Ferrari, de como nació la marca, de los primeros coches, etc. En esta segunda parte hago un repaso desde los años 60 hasta ahora, mediante modelos significativos del cavallino rampante. El artículo se ha publicado en www.motoryracing.com, pero ahí los artículos no pueden ocupar tanto como a mi me gustaría, así que aquí en el blog, publico el mismo artículo pero un poco más ampliado. Espero que os guste.


En la primera parte de la historia de Ferrari contamos cómo fueron los inicios y los primeros años de esta marca, ahora hacemos un repaso sobre cómo se forjó el mito gracias a modelos que han hecho historia y han marcado un antes y un después en la casa del Cavallino Rampante.
Para situarnos recordemos que Ferrari empezó a producir coches de calle a principios de los años cincuenta para financiar sus carreras, lo hacía a una escala muy pequeña, de cada modelo se hacían pocas unidades, las suficientes para conseguir el dinero necesario para competir. Los modelos construidos en estos años eran auténticas obras de artesanía, cada coche era diferente, el proceso para hacerlos era totalmente artesanal, hasta los paneles de la carrocería se moldeaban a mano, unas carrocerías que además estaban hechas por encargo. En esta época los carroceros de automóviles gozaban de mucha fama, se les entregaban los coches con el chasis y el motor y ellos les ponían la carrocería hecha a gusto del cliente. Vignale, Ghia, Pinin Farina, Bertone o Giugiaro son algunos de estos famosos carroceros.


En 1953 Ferrari consiguió una producción anual de 50 coches. En poco tiempo, un especialista en coches de carreras se había convertido en un importante fabricante de coches de calle. Este crecimiento requería un cambio, y Enzo Ferrari lo encontró en Pinin Farina, que pasó a llamarse en estos años Pininfarina. Este carrocero tenía experiencia en la fabricación de coches en cadena de montaje, unos conocimientos de los que carecía Ferrari, así que la producción de coches de carretera Ferrari quedó casi por completo en manos de Pininfarina. Esta unión se tradujo en un crecimiento espectacular, en 1960 se producían más de 250 coches, una cifra que se doblaría al poco tiempo. Gran parte de la culpa de este crecimiento la tuvo la familia de modelos 250, gracias a los cuales se terminó de forjar el mito, entre ellos destacan algunos como el 250 GT, 250 GT California, 250 Testa Rossa o 250 GTO, o Ferrari 250 GTO. Más tarde vinieron otros modelos legendarios, como el 275 GTB, Daytona, 512 BB, 288 GTO, Testarossa, F40, F50 o el más reciente Enzo. A continuación repasamos algunos de estos modelos, a través de los cuales se construyó la historia de la marca. Continúa después del salto.


Ferrari 250 GTO, el más bello


 
En 1962 apareció el que quizás sea el Ferrari más representativo, el 250 GTO. Nació para competir en la categoría GT, pero para hacerlo se debían construir primero algunas unidades de calle, de ahí su nombre, Gran Turismo Omologata, el 250 hace referencia a la capacidad en centímetros cúbicos de cada cilindro del motor (la nomenclatura de todos los Ferrari sigue la misma regla). Se hicieron solo 36 unidades, hoy en día se cotiza como uno de los coches más caros, cada unidad puede tener un precio de unos 20 millones de euros. Este modelo fue invencible en las carreras, no tenía rival, lo ganó todo, también era el coche más deseado fuera de las pistas. Está considerado como uno de los mejores coches de la historia, y también como uno de los más bellos, sino el que más, un título bien merecido, sus líneas son una maravilla se mire por donde se mire, su diseño es obra de Sergio Scaglietti. En cuanto a su motor, llevaba un 3.0 V12 atmosférico que entregaba 302 CV a 7.500 rpm y era capaz de alcanzar los 290 km/h, estas cifras pueden parecer comunes en un deportivo de hoy en día, pero hay que tener en cuenta que se trata de un modelo de hace 50 años.






Ferrari 365 GTB/4, Daytona



Se conoce como “Daytona” y nació para plantarle car al Lamborghini Miura, el superdeportivo  por excelencia de finales de los años 60. Su diseño corrió a cargo una vez más de Pininfarina, y está considerado como uno de los Ferrari más bonitos que se han hecho. No llevaba el motor en la parte central, como hacía el Miura, pero la colocación de este en la parte delantera y la caja de cambios en la trasera conseguían un reparto de pesos casi perfecto, 52 / 48. La mecánica elegida fue la enésima interpretación del motor V12 a 60 grados, con una cilindrada de 4.390 cc, entregando una potencia de 352 CV a 7500 rpm. Las prestaciones eran magníficas, gracias a ese motor y a su bajo peso (1.200 kg), conseguía hacer el cero a cien en 6,1 segundos, y una velocidad punta de 280 km/h. En competición su éxitos fueron notables, ganando las 24 Horas de Le Mans en su categoría tres veces consecutivas, de 1972 a 1974, además del Tour de France de 1972. También tuvo su versión cabrio, famosa por aparecer en la serie de televisión "Corrupción en Miami".



Ferrari 512 BB, la revolución


En 1976 apareció el 512 BB, el primer Ferrari de calle que montó un motor en posición central, antes lo habían hecho el 250 LM o el 365 P, ambos de competición, y también lo hizo el Dino 206 con un V6, pero este no era un Ferrari. Después del Daytona, la competencia era muy dura, sobre todo con el Countach de Lamborghini, y la respuesta de Ferrari fue el 512 BB. Su motor era un V12 a 180 grados, de ahí el nombre de Berlinetta Bóxer, pero lo curioso es que este motor no era bóxer, sino un V12 plano. La diferencia está en el cigüeñal, ya que sobre una misma muñequilla se montan dos bielas, mientras que en un propulsor bóxer, a cada biela le corresponde una muñequilla. De cualquier manera, la disposición y la estructura de este motor supusieron una revolución en la marca de Maranello.



El V12 producía 360 CV a 6.800 rpm, con un par máximo de 451 Nm a 4.200 rpm, y su disposición pretendía mejorar el centro de gravedad y con ello el comportamiento, aunque esto no se consiguió del todo, ya que aunque el motor podía ir más bajo por ser plano, se colocó la caja de cambios debajo de este, haciendo que el motor quedase más alto. De todas formas, el comportamiento de este coche era muy bueno, aunque no era dócil, algo normal tratándose de un deportivo de los años 70. En 1981 este modelo se pasó a llamar 512 BBi, ya que se hicieron algunos cambios sobre él, como la sustitución de la batería de carburadores Weber por una inyección Bosch K-Jetronic, perdiendo con ello 20 CV, aunque ganando en la curva del par y el mantenimiento del motor. Además hubo recibió cambios en el interior, que se mejoró, y en algunos detalles del exterior.

Ferrari Testarossa, el icono



Es uno de los modelos de Ferrari más conocidos, pero no el primero en contar con ese nombre, ya que en la familia 250 ya hubo un Testarossa. Fue un modelo muy famoso, apareció en televisión, muchas revistas y videojuegos, y también se vendió mucho, es uno de los Ferrari más vendidos de la historia. Su motor es el V12 a 180 grados de su predecesor, el 512 BBi, pero con 50 CV más, llegando a los 390 CV. Sus cifras impresionaban mucho, 290 km/h de velocidad punta y solo 4,8 segundos para pasar de cero a cien. Pero lo que más impresionaba era su exterior, muy elegante pero con unas formas muy exageradas, su anchura era de casi 2 metros y su altura apenas pasaba del metro,  sus rejillas laterales era muy características, aunque no las llevaba por estética, sino por utilidad, ya que el motor V12 necesitaba grandes dosis de aire para refrigerarse. Otros detalles son las rejillas en la parte trasera, que encierran los pilotos traseros, o los faros escamoteables, muy ochenteros. Su vida comercial terminó en 1992, con la llegada del 512 TR, la versión modernizada del Testarossa.
 


Ferrari F40, “el mejor automóvil del mundo”



Es un icono de la casa de Maranello. Su fama dice que es uno de los modelos más difícil de conducir de toda la historia, es salvaje e indomable. Se creó para celebrar el 40 aniversario de Ferrari, y fue el último coche que vio nacer Enzo Ferrari, que murió ese año. En los 80 la competencia era muy dura, así que el propio Enzo instó a los técnicos de la marca a crear “el mejor automóvil del mundo”. Durante un tiempo fue el coche de serie más rápido del mundo con sus 324 km/h de velocidad punta. Su motor era un V8 de 3 litros, sobrealimentado con dos turbos, que rendía 478 CV a 7.000 rpm. Su carrocería, obra de Pininfarina representa a la perfección los supercoches de los 80. Dentro no hay concepción a la comodidad, es un coche con un solo objetivo: las prestaciones. Se convirtió en el mayor objeto de deseo de la época, y actualmente lo sigue siendo.

  

Ferrari F50, derivado de la F1



Después del F40 vino el F50, nacido en 1995 para el cincuenta aniversario de Ferrari (que sería dos años más tarde) y limitado a 349 unidades. A mediados de los años noventa la guerra de las prestaciones seguía viva, con coches como el McLaren F1, Jaguar XJ 220, Lamborghini Diablo o el Bugatti EB110, y Ferrari no se podía quedar atrás, así que creó el F50, pero este coche se mantenía un poco ajeno a esa batalla, a pesar de ser muy rápido, con 325 km/h de punta, solo superaba en 1 km/h al F40; lo que pretendía este coche era trasladar la F1 a la calle, transmitir sensaciones únicas al volante, una experiencia de conducción sin igual. La tecnología que emplea proviene directamente de la Fórmula 1, muestra de ello es el chasis monocasco, con aditamentos de kevlar y nomex. Al igual que las suspensiones de triángulos deformables, derivadas de las que usaban los coches de F1. El motor  también proviene de la categoría reina, el V12 a 65 grados de 4,7 litros es descendiente directo del usado en el Ferrari de F1 en 1990. El diseño es nuevamente de Pininfarina, que dibujó un F40 más moderno y redondeado, espectacular se mire por donde se mire. El interior no es tan espartano como el del F40, aunque sigue siendo muy sencillo, con fibra de carbono y kevlar por todas partes.



Ferrari Enzo, utilizando el nombre del creador



Después del F40 vino el F50, y el sucesor de la saga es el Enzo. Todo apuntaba a que se llamaría F60, pero no fue así, tal es su calidad que adoptó el nombre del creador de la marca. Hasta la presentación del 599 GTO en 2010 fue el Ferrari más potente de la historia, con 660 CV. Nació en 2002 y es el ejemplo de lo que debe ser un superdeportivo: prestaciones de infarto y un diseño de infarto. Conseguía una velocidad máxima de más de 350 km/h, acelerando de cero a cien en 3,6 segundos. Todos los años de experiencia y conocimiento de Ferrari se plasman en este modelo, fue el más rápido de su época y destacó entre una dura competencia. Sin lugar a duda ha continuado con la leyenda que empezaron sus antepasados.


Hoy en día Ferrari es una de las marcas más valoradas, el sueño de muchos es tener un coche de Maranello. Los modelos actuales son el legado de lo que comenzó en los años 40, obras de arte sobre ruedas. Su catálogo tiene coches que aúnan la última tecnología y el mejor diseño, como el 458 Italia o el FF, el primer Ferrari con tracción a las cuatro ruedas, estas máquinas siguen forjando el mito de los coches del Cavallino Rampante.






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